20.04.2024

Acceso a la Diversidad del
Patrimonio Latinoamericano

¿QUÉ ES PATRIMONIO?

Por Georgina DeCarli

Preguntas acerca del Patrimonio

En esta Sección, presentamos la definición de lo que en ILAM entendemos por Patrimonio y su clasificación en Categorías y Temáticas. Así mismo, compartimos nuestra propuesta acerca de la Gestión del Patrimonio, aclarando conceptos y estableciendo estrategias para su adecuada gestión.

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Comenzaremos con nuestra definición de “patrimonio” -concebida como una nueva acepción genérica del término. (Ver definiciones de 'Patrimonio' en DRAE). Esto, con el propósito de crear un concepto integrador de todas sus variantes (cultural, natural, tangible/material, intangible / inmaterial), y a su vez funcional para su aplicación.                   

Así entenderemos por patrimonio:

El conjunto de bienes culturales y naturales, tangibles e intangibles, generados localmente, y que una generación hereda /  transmite a la siguiente con el propósito de preservar, continuar y  acrecentar dicha herencia.” (DeCarli, 2006) (*) 

Nota: no utilizamos la definición de 'Patrimonio' propuesta por UNESCO, ya que consideramos que esta es una definición descriptiva y no funcional del concepto.​

Desde ILAM proponemos la siguiente Clasificación del Patrimonio, la cual explicamos seguidamente:

 

Según la UNESCO, el Patrimonio se sub-clasifica,  en diversos patrimonios con la finalidad de agrupar los distintos tipos de bienes y facilitar su estudio y tratamiento, como se presenta en el siguiente diagrama: 

 

Sin embargo -aceptando la anterior clasificación-, para una mayor claridad, funcionalidad en el uso y aplicación de estos 'patrimonios', en ILAM proponemos la siguiente clasificación, que consiste principalmente en la división del Patrimonio Cultural en tres patrimonios de igual jerarquía, y se mantienen los otros dos patrimonios – Natural y Cultural-Natural- según fueron establecidos:

- el Patrimonio Cultural (enfocado en las colecciones culturales muebles),

- el Patrimonio Construído (enfocado en los bienes culturales inmuebles)

- el Patrimonio Intangible (enfocado en expresiones culturales intangibles)

- el Patrimonio Cultural-Natural

- el Patrimonio Natural

Es así que proponemos los anteriores Patrimonios por medio de los siguientes iconos:

PATRIMONIO CULTURAL

 El Patrimonio Cultural es el conjunto de bienes tangibles e intangibles, que constituyen la herencia de un grupo humano, que refuerzan emocionalmente su sentido de comunidad con una identidad propia y que son percibidos por otros como característicos. El Patrimonio Cultural como producto de la creatividad humana, se hereda, se transmite, se modifica y optimiza de individuo a individuo y de generación a generación.

Este Patrimonio se subdivide en: El Patrimonio Tangible -bienes muebles y bienes inmuebles- constituido por objetos que tienen sustancia física y pueden ser conservados y restaurados por algún tipo de intervención; son aquellas manifestaciones sustentadas por elementos materiales productos de las artes, la arquitectura, el urbanismo, la arqueología, la artesanía, entre otros; y el Patrimonio Intangible, el cual presentaremos en una sección aparte.

ILAM propone como parte principal del Patrimonio Cultural, los bienes culturales muebles (*), o sea, las COLECCIONES que las instituciones patrimoniales investigan, preservan y comunican en el marco de disciplinas específicas o temáticas generales como arte, antropología, historia, ciencia y tecnología, entre otras.

(*) Los "Bienes muebles" son los productos materiales de la cultura, susceptibles de ser trasladados de un lugar a otro. Es decir, todos los bienes materiales móviles que son expresión o testimonio de la creación humana o de la evolución de la naturaleza que tienen un valor arqueológico, histórico, artístico, científico y/o técnico. Ejemplo de ello son: pinturas, esculturas, libros, maquinaria, equipo de laboratorio, objetos domésticos, objetos de trabajo y objetos rituales, entre otros.

 

PATRIMONIO NATURAL

El Patrimonio Natural es el conjunto de bienes y riquezas naturales, o ambientales, que la sociedad ha heredado de sus antecesores.

Está integrado por:

  • los monumentos naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas o por grupos de esas formaciones que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico,
  • las formaciones geológicas y fisiográficas y las zonas estrictamente delimitadas que constituyan el hábitat de especies animal y vegetal, amenazadas o en peligro de extinción,
  • formas de expresión (manifestaciones literarias, musicales, plásticas, escénicas, lúdicas, entre otras) y
  • los lugares naturales o las zonas naturales estrictamente delimitadas (como parques nacionales, áreas de conservación, entre otros) que tengan un valor excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural.

ILAM propone integrar como parte de este Patrimonio las colecciones y especimenes provenientes del entorno natural que son investigados, preservados y expuestos en las instituciones museológicas.

 

PATRIMONIO CULTURAL-NATURAL

El Patrimonio Cultural-Natural parte de una visión donde la aproximación al patrimonio se redimensiona, entendiéndolo como un patrimonio integral que en América Latina es un continuo inseparable, como tal, es expresión de una intensa y permanente relación de los seres humanos y su medio.

El Patrimonio Cultural-Natural está constituido por elementos de la naturaleza, que se mantienen en su contexto original, intervenidos de algún modo por los seres humanos.Ejemplo de ello son:

  • vestigios arqueológicos o históricos en su contexto natural original;
  • vestigios fósiles paleontológicos asociados a actividad humana in situ;
  • vestigios subacuáticos de actividad humana, y
  • el paisaje cultural, producido en un determinado tiempo y espacio, que se ha mantenido inalterable.

ILAM propone como parte de este Patrimonio, las instituciones museológicas que investigan, preservan y principalmente exponen en forma conjunta los bienes culturales y naturales provenientes de un mismo entorno.

 

PATRIMONIO CONTRUIDO

El Patrimonio Construído, está integrado por el conjunto de los bienes culturales inmuebles (*), que son expresión o testimonio de la creación humana, y se les ha concedido un valor exepcional arquitectónico, histórico, religioso, científico y/o técnico.

(*) Los "Bienes inmuebles" son los productos materiales inamovibles de la cultura, que pueden ser conservados y restaurados por algún tipo de intervención. Ejemplo de ello son: una casa histórica, un acueducto, una catedral, un edificio industrial, un cementerio, un monumento o el centro histórico de una ciudad, entre otros.

ILAM propone como Patrimonio Construido, los siguientes: Casas-Museo, Recintos Religiosos, Centros Históricos y Cementerios patrimoniales y Construcciones Militares y Públicas.

 

PATRIMONIO INTANGIBLE

El Patrimonio Cultural Intangible puede ser definido como el conjunto de elementos sin sustancia física, o formas de conducta que procede de una cultura tradicional, popular o indígena; y el cual se transmite oralmente o mediante gestos y se modifica con el transcurso del tiempo a través de un proceso de recreación colectiva. Son las manifestaciones no materiales que emanan de una cultura en forma de:

  • saberes (conocimientos y modos de hacer enraizados en la vida cotidiana de las comunidades),
  • celebraciones (rituales, festividades, y prácticas de la vida social),
  • formas de expresión (manifestaciones literarias, musicales, plásticas, escénicas, lúdicas, entre otras) y
  • lugares (mercados, ferias, santuarios, plazas y demás espacios donde tienen lugar prácticas culturales).

El Patrimonio Natural Intangible

Una nueva conceptualización del Patrimonio Intangible se desarrolla, sobre la dimensión del hacer natural. Se conceptualiza como aquellos elementos “no tocables” del entorno natural que se combinan para crear los objetos naturales.Esta noción nos ayuda a entender y definir, en nuevos términos, nuestra relación con los elementos de lo natural vivo. Este novedoso tema ha despertado creciente interés en los museos que coleccionan, resguardan e interpretan el patrimonio natural, dando creciente atención al medio o entorno en el que éste se desarrolla y manifiesta su physis, esto es, la naturaleza en sus procesos de manifestación y generación.

ILAM propone como parte del Patrimonio Intangible, las "expresiones intangibles", todas ellas actualmente en práctica, determinadas en un tiempo y un espacio preciso.

En cada uno de estos cinco Patrimonios, los bienes patrimoniales que los integran, están agrupados por medio de "organizaciones/instituciones patrimoniales"(*) como museos, sitios arqueológicos, parques naturales, entre otros, y por organizaciones de la sociedad civil, los cuales tienen bajo su responsabilidad su gestión, protección y difusión.

(*) Entendemos las instituciones patrimoniales, como "organizaciones sin fines de lucro (de caracter estatal o privado), abiertas al público, cuyo propósito es la preservación, investigación y principalmente la comunicación del patrimonio a un público eterogéneo por medio de estrategias diversas". Si bien las 'instituciones patrimoniales' presentan variadas temáticas, las amalgama el hecho innegable que son custodias del patrimonio, trátese este del cultural o natural, en su manifestación tangible o intangible.

A estas agrupaciones (instituciones u organizaciones patrimoniales) las relacionamos con sus 'temáticas específicas', presentándose las siguientes:

 

 

Durante años los investigadores hemos dividido y subdividido el patrimonio para su mejor análisis y desarrollado estrategias para su preservación, así como instrumentos para su registro y catalogación; pero esa misma especialización es la que nos dificulta, hoy en día, trabajar con una visión más integral del patrimonio; por ello en ILAM organizamos la información siempre en el entendido de que en la práctica este es indivisible y se deben trabajar todas sus categorías en forma conjunta y equilibrada.

 
TEMÁTICAS DEL PATRIMONIO CULTURAL

 

 

TEMÁTICAS DEL PATRIMONIO NATURAL

 

TEMÁTICAS DEL PATRIMONIO CULTURAL-NATURAL

 

TEMÁTICAS DEL PATRIMONIO CONSTRUIDO

 

TEMÁTICAS DEL PATRIMONIO INTANGIBLE

La Gestión del Patrimonio implica todo lo relacionado con las estrategias que sirvan para poner en valor los bienes patrimoniales -culturales, naturales e intangibles- y que estos vuelvan a tener una función social.

En términos generales este es un 'proceso' que consiste en las siguientes acciones:

- en la detección de un bien(es) cultural(es)/natural(es) en peligro

- en su registro y documentación

- en su investigación (científica y participativa)

- en su intervención (acciones de conservación o restauración)

- en su difusión y acciones de concientización en la población

- en la puesta en función social de los habitantes (dependiendo del bien de que se trate, esto abre diversas posibilidades)

El proceso de poner en valor un bien cultural y principalmente que vuelva a tener una función social, es el modo más efectivo de preservarlo.

Los bienes patrimoniales, ya sean culturales o naturales, son en sí mismos únicos, frágiles y no renovables.

¿Cuales son los Bienes Culturales?

Son los bienes muebles, inmuebles e intangibles que constituyen una base importante de la identidad de las comunidades y que posterior a una responsable y adecuada estrategia para su uso y aprovechamiento se convierten en potenciales fuentes de desarrollo local.

¿Cuales son los Bienes Naturales?

Son las fuentes naturales que se encuentran en un territorio determinado que han sido preservadas, y que mediante una responsable y adecuada estrategia para su uso pueden eventualmente constituirse en un apoyo (a veces incluso en la base) del avance y el desarrollo sostenible de las comunidades que allí se encuentran.

En nuestra definición de Patrimonio, señalamos que éste es generado "localmente":

El conjunto de bienes culturales y naturales, tangibles e intangibles, generados localmente, y que una generación hereda/transmite a la siguiente con el propósito de preservar, continuar y  acrecentar dicha herencia.” (DeCarli, 2006)

La importancia de considerar este hecho y su implicación en la gestión del mismo, nos lleva a considerarlo como un axioma:

Todo patrimonio es local

Todo patrimonio se genera localmente y es producido en un espacio y en un tiempo histórico determinado, (incluídos los aportes culturales de los inmigrantes, ya que son parte de este mismo proceso histórico). El paso del tiempo y el consenso social permiten que este patrimonio local pueda llegar a ser asumido como patrimonio regional, nacional o mundial. En este último caso, siendo declarado Patrimonio de la Humanidad. (*) 

De este axioma, se derivan una serie de razonamientos y tres proposiciones deducidas de esta premisa:

1 La comunidad como responsable de la preservación de su patrimonio

Al ser un fenómeno fundamentalmente local, todo patrimonio (cultural, natural, tangible o intangible) depende para su transmisión y preservación, en primera instancia, de la comunidad en donde tuvo origen o la cual estuvo de alguna manera involucrada en su desarrollo y su protección, para que este haya podido llegar hasta hoy. 

2  El patrimonio como un factor de desarrollo social y humano

La cultura, y su manifestación en bienes patrimoniales, es una parte esencial de la propuesta de desarrollo sostenible, el cual debe

“satisfacer los requerimientos actuales de la sociedad, sin comprometer el derecho de las futuras generaciones de satisfacer las suyas” (Comisión Mundial Ambiente y Desarrollo, 1987).

Esto significa que la comunidad está en su derecho de hacer uso de los recursos del patrimonio para lograr una mejor calidad de vida y como factor de desarrollo social y humano. Sin embargo, éste no puede basarse en una explotación desmedida de sus recursos (los cuales son frágiles e irremplazables) hasta el punto de agotarlos o destruirlos, porque esta misma base de recursos es el único activo potencial con el que cuentan las futuras generaciones.

3  La preservación del patrimonio como una 'responsabilidad compartida'

Las comunidades locales, como creadoras y/o herederas de sus bienes culturales y naturales, deben ser aliadas de las instituciones patrimoniales en el desarrollo de los procesos de su puesta en valor. Para ello debe asumirse una 'responsabilidad compartida' entre institución y comunidad local, que se entienda y acepte como

“un acuerdo entre la institución oficialmente custodia del bien patrimonial y la comunidad -tradicionalmente poseedora del mismo-, de asumir la obligación que les corresponde en la preservación del patrimonio, como resultado de un proceso de concientización y capacitación de la comunidad para su incidencia directa en el manejo y uso de sus recursos patrimoniales”.(DeCarli, 2006) 

Los bienes del patrimonio cultural y/o natural son un "bien común" de uso social.
No tenemos "propiedad" sobre él, pero si tenemos derecho a su uso  y
disfrute, porque éste es de todos. Por lo tanto, estamos obligados
a su preservación y transmisión para las generaciones futuras.

El proceso de poner en valor, implica una transformación que lleva a convertir un bien patrimonial en un recurso patrimonial sobre el cual se puede generar un servicio o producto cultural.

¿Cuál es la diferencia entre un bien patrimonial y un recurso patrimonial?

El concepto de recurso lo entenderemos tal y como una de las acepciones del DRAE: 

Conjunto de elementos disponibles para resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa.

Esto quiere decir que el otrora bien patrimonial (carente de una arista económica) al ser convertido en recurso patrimonial adquiere carácter de activo económico.

Para llegar a contar con un recurso patrimonial (natural y/o cultural) tenemos como primer paso, que el bien patrimonial deberá ser objeto de alguna iniciativa de puesta en valor, normalmente a instancia de las instituciones estatales (al ser el Estado el custodio legal de dichos bienes).

Como hemos señalado, este proceso de puesta en valor, comprenderá pasos como la detección, el registro y documentación, la investigación e intervención y la difusión/comunicación del bien patrimonial y puede aplicarse trátese de una catarata de asombrosa caída o de una casa histórica otrora perteneciente a un prócer de la patria.

 

 Tengamos en cuenta que en relación con el patrimonio intangible, el Estado no es el custodio de estos bienes, las personas lo son. Si bien el Estado puede realizar propuestas de rescate y puesta en valor de tradiciones, serán las personas que las viven en su cotidianidad las únicas que podrán materializar y responsabilizarse de cualquier iniciativa.

La culminación de este proceso de puesta en valor lleva a tener como resultado que el bien patrimonial en cuestión se transforme en un recurso patrimonial.

¿Porqué es peligroso el uso de estos conceptos como "sinónimos"?

Con base en lo anteriormente expuesto y conociendo la situación en que se encuentran los bienes culturales y naturales en los países de América Latina y el Caribe, podemos concluir que la región es sumamente rica en bienes patrimoniales (culturales y naturales en su manifestación tangible o intangible), pero -comparativamente- los recursos patrimoniales de los que se disponen son escasos, lo cual limita seriamente las posibilidades de una oferta cultural.

Las posibilidades de generación de ingresos, creadas a partir de las oportunidades y presiones que abre el turismo cultural y el ecoturismo (y las variantes del turismo alternativo), hace que el proceso de puesta en valor para convertir un bien en un recurso patrimonial sea en muchos casos solo un proceso "de nombre".

Esto significa, que no se han seguido los pasos adecuados en el proceso de puesta en valor del bien -registro, documentación, la investigación e intervención y la difusión / comunicación-; principalmente la falta de una adecuada investigación o estudios específicos, así como la propuesta de intervención y su ejecución (restauración de un bien cultural o descontaminación de un bien natural), son fundamentales para dar inicio al proceso de sostenibilidad. 

La falta de un adecuado proceso de puesta en valor, lleva a acciones apresuradas de intervención básicas (pero no suficientes) para poder comercializarlo (por ej. arreglar caminos de acceso, construir batería de baños y alguien para el cobro de la entrada), o por el contrario, de acciones de intervención que llegan a modificar/cambiar el bien patrimonial para hacerlo más accesible o confortable al turista (por ej. pistas de aterrizaje en zonas arqueológicas o mega estructuras cubriendo los bienes y modificando su apreciasión visual).

Debemos tener claro, entonces, que es sobre el recurso patrimonial -como resultado de un serio proceso de intervención del bien patrimonial-, que podemos llevar a cabo su gestión, promoción y comercialización, en otras palabras, convertir este recurso en parte de una oferta cultural.

Para llegar a contar con un producto cultural o natural, y finalmente posibilitar el consumo cultural, debemos partir de la existencia y disponibilidad de un recurso patrimonial, el cual ya ha adquirido un carácter de activo económico, y una vez como tal, habrá de pasar por un proceso que incluye pasos como la gestión, la promoción y la comercialización, para poder generar a partir de él un producto cultural.

Como explica Jordi Juan-Tresseras (2003)*, el producto cultural es el recurso patrimonial, sobre el que se puede realizar una actividad (visitar, asistir, participar, estudiar, comprar, comer,…) porque está formulada una propuesta de accesibilidad al mismo (cultural, temporal, espacial y económica) para el público.

Del Bien Patrimonial al Consumo Cultural: el proceso en breve (diagrama diseñado por ILAM con base a la información de Juan-Tresseras (2003)

 

La accesibilidad es clave en la conversión de nuestro recurso patrimonial en un producto cultural, para el caso de nuestra hermosa catarata estaríamos hablando de información para el visitante, un sendero para poder llegar, facilidades, guías, un precio (o no), etc. En cuanto a la casa histórica del prócer de la patria, la habilitación de esta para recibir visitantes, información sobre la historia de la casa y sus habitantes originales, un precio (o no), guías, facilidades, serían parte de la propuesta de accesibilidad.

Siguiendo con dicho autor, cuando el producto cultural se promociona (se hace accesible al público) se convierte en oferta cultural, es decir que se realiza un programa con acciones de comunicación, generales o específicas, dirigidas a un público determinado (publicidad, folletos, libros, webs, catálogos,…).

El público, atraído por el producto cultural promocionado, finalmente efectuará el consumo cultural. Éste es la realización por parte del público de la/s actividad/es propuesta/s en el producto cultural. Los gestores turísticos (vg. agencias, guías locales, organizaciones comunales) parten de la existencia de productos culturales para estructurar la oferta turística cultural a través de las redes de venta y/o de comunicación turística.

El patrimonio, especialmente cuando está asociado a lugares naturales atractivos, es uno de los principales motores del desarrollo turístico, fundamentalmente como forma de difusión y encuentro vivo con los valores culturales.

Este encuentro contribuye al desarrollo social y constituye al mismo tiempo una fuente muy importante de recursos para la realización de proyectos de investigación, estudio, exploración, rescate, preservación y difusión del patrimonio cultural, ya sea el conservado en su lugar de origen o bien el que resguardan los museos.

La vinculación adecuada de estas esferas supone garantizar el respeto, por parte de todos los actores involucrados, tanto del patrimonio como de las comunidades que le son más próximas en lo cultural.

 

En América Latina y el Caribe no se evidencia un turismo cultural de calidad en las comunidades, a pesar del riquísimo acervo y tradiciones que poseen.

¿Por qué? Podemos mencionar al menos las siguientes razones:

  • Falta de información sobre los recursos patrimoniales existentes y sus niveles de accesibilidad. Los recursos existentes son muchos pero pocos de ellos cuentan con infraestructura adecuadas para ser visitados y disfrutados.
  • Escasa existencia de servicios y/o productos culturales verdaderamente representativos de la cultura y tradición local; es decir que hayan sido resultado de un proceso de investigación y debidamente contextualizados permitiendo una presentación novedosa y accesible para el turista, pero que responden a la tradición cultural del lugar.
  • Cuando estos servicios y/o productos existen, éstos son escasamente conocidos ya que tienen una deficiente promoción y mercadeo.

Al no existir la posibilidad de contar con información elemental sobre los recursos existentes, así como de las posibles ofertas que se generan localmente, los potenciales oferentes de servicios (tour operadores, agencias, etc.) no pueden utilizar estos recursos para integrarlos en una propuesta atractiva para el turista, como podría ser un recorrido cultural de un día, integrando la visita de recursos patrimoniales históricos y naturales, así como el disfrute artístico y gastronómico.
 
Esta realidad tiene como consecuencia directa que los ingresos que pudieran provenir del turismo cultural no tengan incidencia en el desarrollo local.
 
A pesar de que las comunidades son las herederas directas de los recursos naturales y bienes culturales que les han sido transmitidos de generación en generación, muchas veces, no pueden hacer uso de sus propios recursos patrimoniales porque sus condiciones socioculturales y educativas les impiden apropiarse de estos en términos responsables y sostenibles, convirtiéndose muchas veces en destructores de estos invaluables e irremplazables recursos.

Para que las comunidades puedan ejercer su derecho de beneficiarse de sus recursos patrimoniales, se requiere de un proceso de facilitación de acciones de concientización, capacitación, investigación, organización, mercadeo y difusión, entre otras, que posibiliten que las mismas comunidades puedan llevar a cabo un usufructo responsable de estos recursos. 

Cualquier iniciativa basada en el patrimonio local deber tener en cuenta lo anterior.

 

Previsión, Responsabilidad y Equidad: los infaltables en el diseño de un producto cultural local.

En el proceso de desarrollo de un producto cultural es común no prever las consecuencias directas e indirectas que una eventual masificación en la respuesta a nuestra oferta cultural pueda provocar sobre el patrimonio.

Las estrategias de sostenibilidad son fundamentales para los recursos naturales y culturales (por ej. capacidad de carga, visitación, necesidades de vigilancia). Los recursos culturales intangibles también presentan una fragilidad particular, por lo que una inadecuada iniciativa, sobre todo si es propuesta “desde afuera”, puede terminar por alterar o hasta destruir su autenticidad.

Es muy importante tener siempre en mente que la función primaria de los bienes patrimoniales no es ni puede ser la económica. Esta es más bien accesoria y claro que bienvenida, pero siempre y cuando las iniciativas analicen con seriedad hasta qué punto se puede llegar con un proyecto productivo sin afectar la esencia del patrimonio y el derecho inmanente de sus herederos a acceder a él.

Como bien lo señala Ramón Bonfil, “tales patrimonios tienen en primer lugar, el valor de documentos del transcurrir del hombre y la sociedad a través de la historia y factor de identidad y cohesión social del grupo que lo genera, y que su valor en tanto que atractivo turístico generador de riqueza, si bien es innegable e importante en el actual momento, es un valor agregado que nunca debe sustituir la primacía del primero”.(*)

(*) DeCarli, Georgina: « Un Museo Sostenible: Museo y comunidad en la preservación activa de su patrimonio » San José, Costa Rica, Oficina de la UNESCO para América Central, 2006, 1era Ed. 

(*) Las declaratorias de 'Patrimonio de la Humanidad' son resultado de un esfuerzo sostenido que la UNESCO ha venido realizando desde hace treinta años, trabajando con países de todo el mundo a fin de determinar y garantizar la salvaguardia del patrimonio cultural y natural para las generaciones futuras.

La Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural fue un Acuerdo establecido en 1972 con la premisa de que algunos lugares de la Tierra tienen un valor universal excepcional y como tales forman parte del patrimonio común de la humanidad. La profunda originalidad de la Convención reside en que vincula en un mismo documento el concepto de conservación de la naturaleza y la preservación de los sitios culturales. La identidad cultural está estrechamente relacionada con el medio natural en el cual se desenvuelve, así como las obras creativas de la humanidad están a menudo inspiradas en la belleza de sus escenarios naturales, con lo cual algunos de los sitios naturales más espectaculares llevan la impronta de milenios de actividad humana. En la Lista del Patrimonio Mundial figuran actualmente más de 1.121 sitios culturales, naturales y mixtos, cuyo esplendor enriquece nuestras vidas e ilustra la diversidad de nuestro planeta y de sus habitantes.  

La Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad se compone de las expresiones que ilustran la diversidad del patrimonio inmaterial y contribuyen a una mayor consciencia de su importancia, contando hasta el presente 508 expresiones.  

La Fundación ILAM se suma a este esfuerzo al reunir y difundir en nuestro sitio web ilam.org, todos los patrimonios de América Latina y el Caribe declarados patrimonio mundial.

(*) Juan-Tresserras, Jordi: "El aprovechamiento turístico de los bienes patrimoniales". Ponencia presentada en el Congreso Iberoamericano: 'Patrimonio Cultural, Desarrollo y Turismo', Morelia, México, junio del 2003 (Presentación oral en powerpoint)

(*) Bonfil Castro, Ramón: Ponencia presentada en su calidad de Presidente del ICOMOS Mexicano en el Congreso Iberoamericano de Patrimonio Cultural, Desarrollo y Turismo. Morelia, Michoacán, México. Junio, 2003